Dra. María Montessori
María Montessori (1870-1952) fue una educadora, médica y pionera en la reformulación de la educación infantil. Nacida en Chiaravalle, Italia, fue una de las primeras mujeres en su país en obtener un título en medicina en 1896. Aunque su formación inicial fue en medicina, su verdadera pasión surgió al trabajar con niños, especialmente aquellos con discapacidades intelectuales.
Su enfoque pedagógico, conocido como el Método Montessori, se desarrolló a partir de sus experiencias en la “Casa dei Bambini” (Casa de los Niños) en Roma, donde implementó y perfeccionó sus ideas sobre la educación infantil. Montessori creía firmemente que la educación debía centrarse en el niño como un individuo único, permitiéndole aprender a su propio ritmo en un entorno cuidadosamente preparado.
Su método, basado en la observación científica y en una profunda comprensión del desarrollo infantil, revolucionó la educación al promover la autonomía, la autodisciplina y el respeto por el proceso de aprendizaje natural de cada niño. Montessori no sólo se enfocó en aspectos académicos, sino también en el desarrollo emocional, social y físico del niño, con un fuerte énfasis en la importancia de la libertad dentro de un entorno estructurado.
A lo largo de su vida, Montessori viajó por el mundo, difundiendo sus ideas y estableciendo escuelas Montessori en diversos países. Su legado perdura en la educación moderna, influyendo en innumerables instituciones que continúan aplicando sus principios y adaptándolos a las necesidades de las nuevas generaciones.
Metodología Montessori
La Metodología Montessori está centrada en el respeto por el ritmo de aprendizaje de cada niño, promoviendo su autonomía y amor por el conocimiento. Este método fomenta el aprendizaje a través de la experiencia en un entorno cuidadosamente preparado, donde los niños pueden explorar y descubrir de manera independiente, desarrollando habilidades cognitivas, emocionales y sociales bajo la guía de maestras que actúan como observadoras y facilitadoras.
Tiene 4 pilares fundamentales:
La mente absorbente
Es el periodo sensible que abarca desde el nacimiento hasta los seis años. Durante este período, los niños absorben información de su entorno de manera inconsciente. Esta capacidad única les permite adaptarse y aprender de manera natural y fluida. Es por esto que es crucial ofrecer un ambiente preparado, respetuoso y positivo. Debido a que la mente absorbente es una “memoria natural superior” que marcará cada aspecto de la personalidad del niño.
El ambiente preparado
En la Filosofía Montessori, es esencial crear un "ambiente científicamente preparado", basado en normas claras y conocidas por todos, tanto en el trabajo con los materiales como en las relaciones sociales. Este espacio está diseñado meticulosamente para fomentar la autonomía, la exploración y el autoaprendizaje. Cada elemento, desde los muebles hasta los materiales educativos, está pensado para ser atractivo y desafiante para el niño, permitiéndole elegir y trabajar libremente.
El adulto preparado
En un ambiente Montessori, el papel del adulto no es el de un educador tradicional, sino el de un “guía”. El adulto está allí para observar, comprender y responder a las necesidades del niño, proporcionando orientación y apoyo cuando sea necesario. A través de su interacción respetuosa y su capacidad para presentar los materiales de manera atractiva, el adulto ayuda al niño a desarrollar confianza, autodisciplina y un amor genuino por el aprendizaje.
Los Períodos sensibles
María Montessori identificó ciertos períodos en la vida de un niño donde muestran una predisposición natural hacia el aprendizaje en áreas específicas. Estos "períodos sensibles" son ventanas de oportunidad donde el niño está especialmente receptivo a adquirir habilidades y conocimientos en áreas como el lenguaje, el movimiento, la escritura, la lectura, las matemáticas, entre otros. Es esencial reconocer y aprovechar estos períodos, proporcionando el ambiente y las herramientas adecuadas para maximizar su potencial.
